... una historia de lucha y supervivencia, una historia que recrea la languidez de las sábanas colgadas de la memoria y la lucha de la mujer....
El tiempo pasa y al arbusto en el que nos colgamos los secretos se le rompen las ramas o se quema por accidente, yo me hago arbustos con lápices pero no sirve de mucho, si os sirve de ejemplo.
Uno es lo que puede ser y ya está, no hay remedio que solucione ni acelere el proceso de aprendizaje ni lleve al máximo tus potenciales...
No me gusta estar cerca de los demás porque tengo la sensación de que debo justificarme.
Las palabras “champeta” y “champetúo” ya son orgullo de quienes admiran y cultivan esa música, aunque no han perdido su marca insultante...
El término “champetúo” empezó siendo despectivo, se usaba para ofender a los habitantes de los barrios marginales, se creía que a todos les gustaba la música africana, que supuestamente era la causante de las trifulcas y los consiguientes heridos y muertos.
Estamos cegados por el cloroformo de lo cotidiano, embalsamados en una niebla vespertina que sigue así hasta altas horas del alba.
En la coreografía de Graham, en un alarde de empoderamiento femenino, la figura de Teseo la encarna una mujer.
La JSOZ es una orquesta muy joven, con músicos de hasta 24 años, pero se nutre de programas destinados a músicos especialmente dotados.
No era muy alta, apenas 1,64, con unas tetas estilo Dolly Parton que tapaban parte de su estómago, plano y sin grasa, y una cara muy pecosa...