Jugando y riendo con los niños de la cuadra, quienes se complacían en deslizarse sobre las baldosas que la lluvia volvía resbaladizas, mientras por las calles corrían, haciendo bulla.
Aunque no quiere, Jep habla de la muerte y de su amor, de las raíces. Del corazón que, contra todo pronóstico, jamás se pervierte pese a tantos naufragios.
La Nobel de Paz del 2003, primera mujer musulmana y ciudadana iraní que ha recibido ese prestigioso premio. De baja estatura, ojos profundos y voz segura.
"Cuanto más espontánea, honesta y urgente es la literatura, más posibilidades tiene de ser poderosa. Una de las virtudes más maravillosas de la literatura es que nos permite ponernos en el lugar del otro, de imaginarlo, de comprenderlo"
La mente de uno de los mejores cuentistas del siglo XIX nos ofrece una ficción del principio de los tiempos, cuando los animales todavía eran salvajes.
Leer es un hábito natural muy arraigado en las casas de los finlandeses. Los padres leen y los niños los observan. Durante unos años juegan con los libros sin llegar a leerlos.
Aun cuando White se hacía llamar Heisenberg o se imponía como deidad en su vida, sobrevivía la necesidad de brindarle una salida completa a su familia, de su caos voraz.
Soñé Dublín, como tantas otras personas, con el Ulises de James Joyce en las manos, particularmente en la traducción española de José María Valverde.
Al día siguiente, la encontré vestida con un camisón de los que usaba mamá para estar en casa. Había peinado sus largos cabellos y su semblante era vivaz y luminoso.
Ella no veía nada, pero lo sentía. Sentía a su parejo respirándole en el cuello, susurrándole al oído, quemando todo frente a sus párpados cerrados. La muerte bailaba con ella...