El juego, un cuento de Mary Atencia
Nos tenemos que sentar en círculo. Con una mano nos tapamos el lado de la cara y con la otra tocamos el rostro pintado de una persona y decimos su nombre para hacerla participe del juego.
El hombre sin sombra, un cuento de Mary Atencia
La voz de Pedro la sacó de su monologo interno. Alzó la vista hacia donde él estaba señalando. No necesitó de mucho para saber que no era un sujeto, era aquella forma, aquel ser que la había asustado.