Al final de tantos océanos: tres poemas de Claudia Abrugiati
Es bonaerense, aunque también es ciudadana italiana. Deja entrever su amor por los mares, los navíos y la navegación en algunas de sus fotografías; aunque esto no es lo único que suele captar su lente. "No existe nada que no me inspire", afirma.
Cosas que deben escribirse en un manifiesto pero no deben leerse en un funeral
Tres poemas del escritor argentino Federico Serralta. Tres andamios que en lugar de vigas o tablones tienen imagenes dispuestas horizontalmente que evocan la urgencia cotidiana, la insuficiencia y el vino.
Un buen día moriremos, pero antes no
Pide ayuda. Pide dinero. Pide cama y comida y las llaves. Pide abrazo, un beso, pide la cucharita. Pide que se queden un rato más. Pide perdón. Pídelo pronto. Pide que ya no pidan más, pide que no te escriba, pide de lejos.
Tierra de espejos, un poema de Víctor Laureano Vega
¿Qué es lo que hace de una casa un hogar? ¿Qué te hace querer abandonarla? La sombra de los meses, las luciérnagas que estaban detrás de la ventana cuando tus labios eran negros...
Mientras en la calle desfilaba el abandono: cuatro poemas de Alberto Pipino
Meneo fúnebre es una selección de poemas del escritor y periodista argentino Alberto Pipino, cuya madurez literaria se reconvierte en sencillez y sutileza.
Cuatro poemas de Nicol A. Barria-Asenjo
Ser convocado en torno a la literatura de Barria-Asenjo se parece a un desembarco con lluvia para el cual hace falta girar y examinar lo que pensabamos establecido y sólido.
Una locura
El nuevo milenio estremeció mi cuerpo, un ciclo de locura iniciaba: quería escribir. Escribir en un contexto plagado de rostros fantasmales, pálidos, famélicos, enfermos, que al leerme convulsionaban y gritaban, tatuándome el cuerpo, las entrañas, con indeseable, doloroso e infernal tatuaje blanco, y gritaban con odio y secreciones que salían de las comisuras de sus labios:
Del ardor por inatención, por Holberth Cantillo
El filósofo cartagenero Holberth Cantillo abre su cuaderno de apuntes para dar al vuelo estos dos caminos que no llevan a ninguna parte.
La Parábola del vacío de Jesús David Buelvas
Es ante todo un canto sórdido aunque melodioso, sobre la rutina, la urbe, la gente, las cosas, la futilidad de la vida, la inmanencia de la nada.
Saber desaparecer
Ser de un pueblo del que nadie se sabe el nombre es como no existir. En vez de pueblo, vereda de una sola calle y que no tenga nombre.