Textos de autor

Películas para el recuerdo, música del corazón

Escrito por Eduardo Viladés

Mi ricordo dell`esordio di Il buono, il brutto e il cattivo nel 1966. Io abitavo a Milano con… Lo siento, de nuevo mezclo ambos idiomas, mi nieto suele decírmelo, hace muchos años que vivo en España, pero las raíces nunca se olvidan. Dos veces han tocado la colonna sonora de El bueno, el feo y el malo, en medio del recital y como colofón tras los aplausos del público. Me he emocionado muchísimo, no sólo por la calidad de la orquesta de la Fundación Excelentia sino porque me he transportado a un tiempo que pensaba abolido en mi imaginación gracias a la música.

Desde la segunda fila daba la sensación de que formábamos parte del escenario de Riojaforum en este soleado 1 de octubre en Logroño. En 1966 yo tenía 26 años, acababa de terminar la carrera de Ingeniería y era un ciclista empedernido. Participé en la quincuagésimo séptima edición de la Milán-San Remo, fue en marzo si no recuerdo mal, a dire il vero non me lo ricordo bene, la memoria me falla, venció el belga Eddy Merckx, dopo la fine della corsa guardiamo la película de Sergio Leone con i miei.

Execelentia me lleva de nuevo a esa época. Ennio Morricone era muy amigo de Sergio Leone y trabajó con él en sus tres spaguetti western más conocidos, Per qualche dollaro in più, El bueno, el feo y el malo y C’era una volta il West. Simón, mi nieto, sabe perfectamente quién es Morricone gracias a mí, las cosas como son, si fuese gracias a sus padres no sabría ni su nombre, ni que decir tiene que si tuviese que ampararse en la educación que le dan actualmente en el colegio se limitaría a los grandes éxitos de Ariana Grande. Pero me tiene a mí, senil pero con poso, cascarrabias pero intenso. Tengo nombre, pero no quiero decirlo, siempre he pensado que nominar a las cosas, como a las personas, las delimita, puede que sea por mi formación científica o simplemente porque ya no rijo.

Cinema Paradiso, Dios mío, se me escapa una lágrima. Cuando me entierren quiero que alguien proyecte una película con los fragmentos eliminados de mi vida para que yo, desde el averno, haga las paces con mi pasado. Cuando Tornatore dirigió la película ya vivía en España, tiempos de la movida madrileña, 1988, mi mancava Milano pero me acostumbré rápido a la locura española, en realidad en Italia la habíamos vivido a finales de los sesenta, de manera que me resultaba paradójico revisitarla en este país que olía a fritanga y ajos pero que, aun así, mi piaceva. Reemplacé a Claudia Cardinale, Sofía y Gina por los últimos estertores del destape, Tierno Galván y Sabina. Y Morricone, siempre Ennio. Hace tres años mi nieto y yo vimos por la televisión la ceremonia de entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, otorgado ex aequo a Morricone y John Williams. Ennio murió poco después, sigo quedándome con su banda sonora de La misión y Días de cielo. John sigue vivo.

Indiana Jones, Gladiador, Parque Jurásico, Piratas del Caribe, El rey León, Hook, ET, La guerra de las galaxias, Sherlock Holmes, Novecento, La muerte tenía un precio, Madagascar, Madagascar, Superman, Harry Potter. Son otras de las melodías con que nos deleita Excelentia. Muchas de ellas pertenecen a filmes de Spielberg, con quien Williams lleva trabajando desde 1974. Salvo tres películas, el compositor neoyorquino ha compuesto la música de toda su filmografía, aparte de piezas para Harry Potter, El coloso en llamas o La aventura del Poseidón.

Williams tiene cinco Oscar y ha sido nominado en 53 ocasiones, con lo que iguala a Walt Disney en cuanto al número de veces seleccionado para el premio de la Academia. Precisamente con El rey León lo ganó el alemán Hans Zimmer en 1995. Es otra de las melodías de Excelentia. Cosa facevo del 1995? Ya no vivía en Madrid, me mudé a Logroño. Al principio tenía pánico de vivir en esta ciudad. Acostumbrado al bullicio de la capital española y mis escapadas a Milán para ver a viejos amigos trasladarme a un pueblo del norte de España me daba pánico. Pero me acostumbré al poco tiempo, el vino y la vida tranquila hicieron el resto.

Simón me mira con mirada aviesa, me enternezco cuando me observa de refilón, me recuerda al personaje de Dustin Hoffman en El hombre de la lluvia, también compuesta por Zimmer. Nonno, el otro día soñé que era normal, me dijo anteayer nada más despertarse, con las legañas aún pegadas. Caro mio, menos mal que sólo lo has soñado y no lo eres, le respondí. Mi nieto es especial, como Raymond en El hombre de la lluvia, si bien cuenta internamente con la fortaleza del Máximo de Gladiador, otra de las piezas de Zimmer que nos trae Excelentia. Y así transcurre el concierto, al lado de mi nieto, felices, somos conscientes de que gracias a la música atesoramos recuerdos suficientes que justifican lo vivido, no necesitamos nada más.

Escritor, dramaturgo, director de escena y periodista con más de 25 años de carrera, referente de la cultura española contemporánea. Ganador de prestigiosos premios internacionales de teatro y literatura, Eduardo Viladés cultiva el teatro largo, de medio formato y de corta duración, así como la narrativa. Ha publicado dos novelas y prepara la tercera. Sus obras teatrales se representan en varias ciudades españolas, México, Colombia, Perú, República Dominicana y Estados Unidos. Elegido dramaturgo del año 2019 en República Dominicana y en 2020 en La Rioja a través del Instituto de Estudios Riojanos. Colabora asiduamente con sus ensayos, relatos y obras de narrativa con las editoriales Odisea cultural (Madrid), Canibaal (Valencia, España), Extrañas noches (Buenos Aires), Microscopías (Buenos Aires), Lado (Berlín), Otras Inquisiciones (Hannover), Primera página (México), Gibralfaro (Málaga), Windumanoth (Madrid), Amanece Metrópolis (Madrid) y Viceversa (Nueva York). Compagina su labor como dramaturgo y director de escena con el periodismo, área en la que cuenta con más de dos décadas de trayectoria profesional en diversos países del mundo como reportero, editor y presentador de TV. Ha vivido en Reino Unido, Italia, Bélgica y Francia. Hoy en día trabaja también para la revista Actuantes, la principal publicación española de teatro, lo que le permite combinar el periodismo con las artes escénicas. También es experto en periodismo cultural y documentales de sensibilización social, un artista polifacético.