Heriberto y el Mago Robaviento, un cuento de Jaime Arturo Martínez Salgado
Un repentino estruendo se escuchó entonces y por las puertas de la casa empezaron a salir los vientos adormilados. Cuando tuvieron conciencia de encontrarse libres, buscaron orientación, y como una tromba empezaron a salir del fondo de la laguna.
El ferrocarril del placer, un cuento de Eduardo Viladés
El cuarto mandamiento (honrarás a tu padre y a tu madre) me había jodido la vida y yo me había dejado. Pero a veces, sin darte cuenta, alguien aparece en tu camino para ponerlo patas arriba, un revulsivo que te hace despertar de la pesadilla.
En el bosque, un cuento de Ryunosuke Akutagawa
¡Ah, ese silencio! Ni siquiera cantaba un pájaro en el cielo de aquel bosque. Sólo caía, a través de los bambúes y los abetos, un último rayo de sol que desaparecía… Luego ya no vi bambúes ni abetos. Tendido en tierra, fui envuelto por un denso silencio.
El vuelo del zeppelin, un cuento de Andrea Martínez Rodríguez
Monté en avión y vi las nubes. Son mucho más grandes de lo que parecen a lo lejos, son como inmensos copos de algodón flotando en el cielo.
Backwards, un relato corto de Agustina Hernández
Cuántos años hacen falta para olvidar una mirada, un reto, una desilusión, un reproche, un fracaso, un sopapo, un examen, un pecado, un olvido, un exabrupto, un llanto, un error, un momento.
Sueños de película, un cuento de Eduardo Viladés
Es una mujer guapa, inteligente, de esas de rompe y rasga, cautivadora, aunque su principal problema es que no se lo cree y se boicotea continuamente.
La perversa, un cuento de Amelia Beatriz Bartozzi
Aquella tarde corrieron a resguardarse del viento y la lluvia bajo un pequeño techito. Y ahí se quedaron un rato, el tiempo suficiente para caer ante el embrujo del amor en cuerpo y alma. Cuando volvió a su casa, su marido tenía sólo media mujer.
El fantasma de la Linea 93, un cuento de Amelia Beatriz Bartozzi
Algunos se atreven a decir que es el espectro de un hombre delgado, de estatura mediana, vestido con traje oscuro. También hay quienes aseguran que se trata de un hombre que solía subir siempre a este colectivo.
Origen del apego, un cuento de Aurélien Vetu
Tan pronto como Akmar cruzó las pesadas puertas del palacio, Dohina sintió un dolor como nunca antes había sentido. Era como la mordedura de una cobra en el corazón, cuyo veneno se difundía lentamente. La mordedura de la falta.
Solos, Maluma y yo; un cuento de Daniel Moris
Nos quedamos solos, Maluma y yo, en aquella lúgubre contradicción de la medicina posmoderna, en aquella ventana de tiempo que parecía extenderse hasta los inconfundibles confines del desasosiego.