• Narrativa

    Coincidencialmente, Marina; un cuento de Ana María Ortega

    La memoria es un demonio necio que todos llevamos por dentro. Ella había llegado de polizona en un barco que venía de España, a donde también se había ido embarcada a escondidas, a probar suerte, con su espíritu soñador a cuestas y una estampita del Divino Niño que cargaba en su cuello y que me sirvió para identificarla como compatriota

  • Narrativa

    Obsesión, un cuento de Giovanna Robinson

    “Tienes unas piernas hermosas”, me dijo mirándome con lascivia. Volteé sorprendida notando que era un tipo alto y fornido, con unos ojos marrones extraños, pero fascinantes. También recuerdo su mano izquierda rozando su sexo.

  • Narrativa

    Mejor así, un cuento de Rubén Darío Álvarez

    Dentro de dos meses cumpliré cincuenta años. Todavía no los tengo, pero desde que comenzó enero empecé a sentirme como si ya los tuviera, como si un manto de trascendentalismo me cubriera lentamente desde la cabeza hasta los pies. Podrá sonar muy obvio, pero me presiento más adulta, más experimentada, más sustancial, más serena.

  • Narrativa

    Cárcel inmediata, un cuento de Andrés Pinzón-Sinuco

    Cuando todos se despidieron, ella y yo sugerimos que íbamos a jugar billar. Las bolas estaban en su sitio, espaciadamente brillantes, dispuestas en el mejor sentido y anunciando como una señal irrevocable una noche de desvelo consentido. Adiós, buenas noches, que descansen.