Entrevistas

Las Olvidadas: «El teatro siempre fue sinónimo de refugio y lugar sagrado»

El feminismo, la memoria y el existencialismo. De esas tres vertientes narrativas surge la obra de teatro Las Olvidadas, un repaso por el anonimato de las mujeres ignoradas y silenciadas a través de las generaciones y las sombras.
El estreno en Madrid, España, será el próximo 24 de mayo y tendrá lugar en la sala Mirador. Las actrices Leidy Gómez (Izq.) y Carolina Sobisch (Der.) dan vida a estos arquetipos femeninos que se reconfiguran a sí mismos en los distintos moldes sociales, culturales y familiares de sus personajes.
El desarrollo de esta puesta en escena corre a cargo de Lara Diez Quintanilla, autora y directora en múltiples teatros y salas de Barcelona: Teatre Lliure, Sala Flyhard, Sala Beckett (donde fue autora residente en 2021) y teatre Akademia, entre otros.
Para conocer mejor a las actrices de Las Olvidadas, Otras Inquisiciones les planteó una entrevista ágil.

¿Cuál es para ti la palabra más hermosa del diccionario?

Carolina Sobisch: Berreta.

Leidy Gómez: Apapacho.

¿Y la más peligrosa?

C.S: Miedo.

L.G: Libertad.

¿Qué consideras tu mayor éxito en la vida?

C.S: El amor de las personas a las que quiero.

L.G: Hacer teatro e irme de mí casa pronto.

¿Cuál es tu momento preferido del día?

C.S: Escuchar la radio por la mañana desde la cama.

L.G: El último sol de los venados.

¿Tienes alguna pasión que no sepan muchas personas?

C.S: Trekking.

L.G: Boxeo.

¿Alguna fobia?

C.S: Las endodoncias.

L.G: Ninguna.

¿Me puedes decir un olor que recuerdes?

C.S: El olor a moqueta y aceite esencial de la casa de mi abuela.

L.G: El olor a unas plantitas que me recuerdan la infancia en el campo.

¿Dónde te gustaría vivir?

C.S: Donde pueda desarrollarme.

L.G: Aún no lo sé.

¿Cómo ha sido tu vida?

C.S: Una aventura contradictoria.

L.G: Un viaje de ida y vuelta.

¿Qué te rebela?

C.S: La violencia.

L.G: La mentira, la injusticia.

¿Qué te indigna?

C.S: La normalización de la injusticia.

L.G: El abuso de poder.

¿Qué te hiere?

C.S: El patriarcado.

L.G: La injusticia.

¿Qué es la inocencia?

C.S: Seguir jugando.

L.G: No tener miedo.

¿Alguna vez te mordiste la lengua, cuándo?

C.S: Cuando quise agradar.

L.G: Cuando no era consciente.

¿De qué te sientes orgullosa?

C.S: De lo bien que cocino.

L.G: De mí coraje y capacidad de perdonar.

¿Qué objetos coleccionas?

C.S: Cargadores de teléfono rotos.

L.G: No me gusta coleccionar nada.

¿Y tú qué haces por los demás?

C.S: Lo que sé y lo que puedo.

L.G: Honestidad.

¿Cuál es el sentido de tu vida?

C.S: En este momento cuidar el amor de mi familia y de las personas que quiero, cultivar mi profesión y satisfacer mis necesidades básicas para seguir buscando.

L.G: Creo que el sentido es seguir buscando, aún no lo encuentro, pero lo sigo buscando en los otros, en la naturaleza y en lo profundo de mí ser.

¿En qué estás trabajando actualmente?

C.S: Estoy ensayando “Las Olvidadas”, obra teatral de Lara Diez Quintanilla que estrenaremos junto a Leidy Gómez el 24 de mayo en la Sala Mirador de Madrid.

L.G: Estoy trabajando en mí y sacando adelante tres obras de teatro, Las Olvidadas, Lejana y La chica de la Lámpara.

¿Quiénes son tus amigos y quiénes tus enemigos?

C.S: Mis amistades se conforman por las personas en las que siento que confío y que me cuidan. No recuerdo la última vez que personalicé a alguien como enemigue, pero supongo que sería aquel que no respete mis derechos.

L.G: Mis enemigos son los que no creen en el bien común y quienes no tienen consciencia social. Mis amigos serán siempre las personas honestas.

¿Qué es la amistad?

C.S: Una forma de amor.

L.G: Lo qué nos sostiene siempre.

¿Qué estás leyendo actualmente?

C.S: Soldados de Salamina, de Javier Cercas.

L.G: No estoy leyendo nada actualmente.

¿Por qué eres actriz?

Las razones son múltiples y van cambiando según el momento vital que voy transitando. El teatro para mí siempre fue sinónimo de refugio y de lugar sagrado. Me da la posibilidad de comprender y empatizar, me transforma. En el teatro celebro el encuentro y la presencia de los cuerpos en escena.

¿Qué talento te hubiera gustado tener?

C.S: Concretar.

L.G: Gimnasia artística.

¿Qué momento de tu infancia marca tu desenvolvimiento en el teatro y la literatura?

C.S: Cuando era pequeña mis padres formaron parte del equipo de construcción de un teatro. Observar ese proceso repleto de cariño y cuidado me llevó a querer formar parte de este tipo de espacios.

L.G: No recuerdo un momento preciso, sólo apareció, y soy un antes y un después.

¿Qué palabra o qué frases utilizas con mayor frecuencia?

C.S: Últimamente estoy trabajando en reemplazar el “tengo que” por el “quiero”.

L.G: Al caído caerle.

¿Cuándo mientes?

C.S: Cuando prefiero esconder.

L.G: Cuando no quiero hacer daño.

¿Rezas por tener éxito?

C.S: Desde que en una peluquería escuché que si le pides a San Cayetano te trae trabajo a veces pienso en él, aún no sé qué cara ponerle.

L.G: No rezo.

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