Vacaciones sin Roma
Vivir es como visitar un museo. Supongo que sólo al final te das cuenta de la belleza que has contemplado porque durante la visita no tienes tiempo para hacerlo. Cuesta desencadenarse de ese ritual de tiempo estático, paralizado, creer que hay un final positivo.
Sueños de película, un cuento de Eduardo Viladés
Es una mujer guapa, inteligente, de esas de rompe y rasga, cautivadora, aunque su principal problema es que no se lo cree y se boicotea continuamente.