Cartagena,  Cine y TV

La televisión pública está en apuros

Cartagena habitualmente es el escenario de encuentro para la industria audiovisual del país. Así ha sido, desde que muchos tenemos memoria, durante los primeros meses del año. Son reconocidos los Premios India Catalina y el Festival Internacional del Cine Cartagena de Indias. AndinaLink es otro de aquellos eventos que concita a la tertulia de expertos, realizadores, inversionistas y especialistas de lo audiovisual, es decir de aquello que no aparece delante de la pantalla; el músculo invisible en el cual se sostiene la industria de la televisión y el cine.

Cómo es pensada. Cómo se mira la televisión pública. La competencia y la relación entre la televisión y los contenidos multimedia. Regulaciones, conectividad y hacia dónde va Colombia al respecto de las tecnologías de la comunicación. Esos fueron algunos temas del foro Los desafíos de la modernización regulatoria en América Latina, de la edición número 25 de AndinaLink.

Poquísimos recursos y audiencias

«En los últimos cuatro años, la televisión pública en Colombia ha perdido el 12% de poder adquisitivo, sus recursos han ido cayendo», aseguró el viceministro de conectividad y digitalización, Iván Mantilla, a cargo de abrir el foro realizado en el Centro de Convenciones Cartagena de Indias.

«En los estrato cinco y seis la penetración en Colombia es equivalente a la del Reino Unido, y a la de cualquier país desarrollado; básicamente un servicio universal, una penetración plena, donde básicamente todos los ciudadanos están conectado es en estos estratos. En cambio, en los estratos uno, dos y tres, es decir el 86% de los hogares colombianos, la inmensa mayoría de los colombianos, la penetración no supera el 45%», reveló Mantilla.

«Y en estrato uno, donde hay 7 millones de hogares, es decir, en promedio 20, 21 millones de personas, la penetración no supera el 21% y 22%», agregó.

El viceministro dijo que el Gobierno Nacional «intentará variar el marco de financiación por medio del cual el Estado entrega recursos económicos a la investigación en tecnología». Es decir, en palabras castizas, estudiarán si pueden dar más dinero a las televisiones públicas, considerando que cualquier cantidad de indicadores muestran que Colombia se encuentra atrasada en comparación con otros países de la región.  

«Colombia es un país que ha avanzado. Sería un error no reconocerlo, pero va avanzando a pasos lentos. Una de las razones es que se han invertido recursos en un sinnúmero de proyectos que si uno los mira de manera individual, son proyectos interesantes y nadie podría decir que no es un proyecto de tecnología, pero realmente le hemos intentado apuntar a tantas cosas, que al final el impacto y el resultado en ninguna de ellas ha sido suficientemente relevante como para que Colombia avance al mismo ritmo que avanzan los otros países», apuntó el viceministro Mantilla.

Explicó también que el gobierno intentará cambiar la forma de asignar el espectro electromagnético a la empresa privada, puesto que «el espectro es el primer insumo que necesita un operador para poder desplegar infraestructura», y dependiendo de las condiciones, el sector privado invierte o no invierte.

«Un país como Chile que lo entrega por plazo de 30 años, o como Argentina que lo entrega durante 20 años, o como Reino Unido que lo entrega a perpetuidad puede exigir a los operadores privados una mayor cantidad de antenas y de zonas para la cobertura». En contraste, Colombia entrega el espectro electromagnético por un límite de 10 años.

Colombia está en medio de una modernización del sector de las tecnologías de la información. Una modernización que necesita mejores mecanismos de financiamiento a la televisión publica y los sistemas transmedia. Estos últimos no son otra cosa que las diferentes plataformas y medios a través de los cuales se cuenta una historia.

Débora, Teleantioquia, protagonizada por Patricia Castañeda.

Romper paradigmas

Convivir con la televisión comercial hace que «el reto de las televisiones públicas sea mucho mayor», aseguró Alexandra Falla, presidenta del consejo directivo de Televisiones Educativas Iberoamericanas, una asociación con más de cien organizaciones productoras y generadoras de televisión pública y cultural de América y España.

«Creo que uno de los grandes retos que tiene la televisión pública en Iberoamérica es tener una descripción mucho más certera de las audiencias a las que llega, teniendo en cuenta el entorno actual, que como todos sabemos es multipantalla, se ha fraccionado de una manera importante esas audiencias. Ya no tenemos una única audiencia, sino que, en verdad, tenemos unas audiencias fragmentadas con diversas maneras de consumo, que por supuesto exigen los contenidos de calidad, y unos contenidos de calidad que los conecten mucho más, porque, sin lugar a dudas, son audiencias mucho más exigentes y con mucho mas deseo de participación», dijo Falla.

Falla resaltó la labor que hacen los canales regionales de Colombia al generar nuevos contenidos de ficción, que también se permiten proponer una nueva narrativa cultural, rompiendo el paradigma de que sólo los documentales podían conseguir este objetivo. «No es el formato el que define qué es bueno y qué es malo para la televisión pública», apunta.

«Evidentemente se subraya la importancia de los contenidos, hoy los canales no pueden seguir sentados en su marca y en su nombre. Evidentemente hemos visto cómo canales que tienen gran tradición y gran trayectoria, sino satisfacen las exigencias de sus audiencias, la marca no los sostienen. Así que el reto sigue estando centrado en el tema del contenido, así tenemos que entenderlo los que estamos en el área de lo público como de lo privado».

«Hay que crear fidelidad a la marca a través de contenidos de alta calidad, de emisión de contenidos de proximidad. Es importante lo que está sucediendo en Colombia con la televisión regional en donde los contenidos que tienen este tema local, de historias que son locales, llaman la atención y generan esa conexión de las audiencias; creo que el caso de La Niña Emilia (Déjala morir) en Telecaribe o el caso de Córdova ,en Teleantioquia; o Débora Arango, son excelentes para hablar de ese contenido de proximidad que tanto necesita la televisión pública».

Déjala morir es el retrato de la niña Emilia, una cantante caribeña que revive en las fiestas novembrinas de Cartagena y en los carnavales de Barranquilla con sus sonidos afrocaribeños. Las series de Teleantioquia también son dramatizados biográficos, por un lado el prócer de la patria José María Córdoba, y por otro lado la magistral pintora Débora Arango.

Falla propone medir a futuro las audiencias más allá del rating, y de esta forma registrar los sentimientos e impactos que producen en las audiencias cada uno de los contenidos multimedia producidos por la televisión no comercial.

Córdova, Teleantioquia; interpretado por Eduardo Pérez.

Latinoamérica, conectividad y trabas

Oscar Robles, director ejecutivo del Registro de Direcciones de Internet de América Latina y Caribe, recordó que existe un sector de cobertura informal, un fenómeno que toma importancia teniendo en cuanta que dejan de captarse recursos económicos para la generación de nuevos contenidos públicos.

Robles expuso que la cobertura de televisión y multimedia está relacionada con la regulación de parte de los estados, señalando que la regulación debe ser sencilla de ejecutar; según el mismo experto, Latinoamérica está conectada en un 60%, «nos falta conectar a grandes rasgos a 300 millones de personas en la región», pero en algunos casos las regulaciones estatales se han convertido en trabas, y no han controlado realmente los casos de conectividad informal».

A su vez, Colombia ha desmontado el 25% de la regulación obsoleta en telecomunicaciones, comentó Andrés Buendía Ucrós, ingeniero de WatchGuard Technologies. Habló también acerca de las pocas opciones que existe para realizar regulaciones a las plataformas digitales de contenido, como Netflix, un asunto que viene preocupando a las realizadoras televisivas hace muchos años.

Foro Los desafíos de la modernización regulatoria en América Latina

One Comment

  • Oscar Corrales

    Eso sólo demuestra la inquina existente a la hora de darle verdadero norte a la televisión pública y regional,con programas fofos,repetidos y carentes de todo interés dirigida a una audiencia cada vez más exigente. Hay que ponerse las pilas y recuperar espacios para una teleaudiencia que no necesariamente poseen un recurso tecnológico y economico para acceder a medios que hacen parte de una globalización como tal,es el estado como tal quien está obligado a brindar conectividad.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *