Juana, una buena mujer; un relato de Marta Leonor Puey
Hoy a la mañana Erica con el marido fueron los primeros en llegar, Juana recibió su saludo indiferente. Erica es polaca, viven enfrente y Él madrugaba para tomar el tren de las seis.
Monólogo del confinado, por Sebastián Grasso
Dudas. Y mientras lo haces, te dices a ti mismo que eres valiente, y que, en efecto, te lo estás tomando con calma. Pero es que ni siquiera así, dicen, estás a salvo. Porque no basta el encierro, tampoco el valor ni la paciencia.