El gran ausente en los Premios Óscar: El Faro
Esta proporción estrecha en horizontal, junto a la ausencia de color, y gracias a encuadres y movimientos de cámara que realzan ese sentimiento claustrofóbico, consigue transmitir con notable realismo; lo inestable de la condición (ambiental y psicológica) en la que la trama se desenvuelve, al tiempo que nos regala, constantemente, hermosas postales en movimiento.