Tres poemas de Getulio Vargas Zambrano
La poesía de Getulio Vargas Zambrano, poeta de la ciudad de Barranquilla, Colombia. Es un encuentro con un espacio intimo entre la ternura y la contemplación introspectiva, donde el vate permite que sus lectores echen un vistazo a sus sentimientos; tomen su corazón y ojos prestados, para vivir el mundo que habita y enuncia a través de sus versos. Este poeta que aun no ha publicado su primer libro. No busca reconocimiento, él como algunos de sus lectores, sabemos que este ultimo tarde que temprano llegará a sus poemas, el merito no les falta.
QUIERO ENTREGARTE AMIGA MÍA
Quiero entregarte amiga mía
Una carta de amor que nos devuelva la esperanza,
Que hable de vidas sinceras, de revoluciones y utopías.
Una carta de amor
Que nos libre del miedo y nos ayude a sanar
De tanto odio y de tanta muerte infecta en el alma
De las mentiras que nos han hecho creer
Que esta pesadilla no puede acabar.
Una carta de amor que nos invite a cantar
A ser inocentes por más de una vez
Una carta de tinta indeleble, de prosa sencilla
Como beso en la frente, como lirio silvestre,
Como verde ciprés.
A nosotros que nos busquen debajo de los sueños
Recogiendo flores en las sonrisas de los niños
Que juegan con nuestras lágrimas marchitas.
ODA DE MADRUGADA
Soñé que juntaba los colores del alba
En una diadema para ornar tus cabellos
Entonces pensé en regalarte un racimo de flores
De hortensias y lirios, claveles o rosas que perfumaran tu día
en armónico ensamble de aroma y color.
Obstinado en mi misión
Recorrí los jardines de toda la región
Pero fue inútil, los campos
Estaban desolados Como si una bomba yanqui
Hubiese cumplido su desalmada promesa.
Al contemplar el terreno baldío
La amargura constriñó mi pecho
Empuñé la desilusión del paisaje
Y escribí estos versos que ahora te entrego:
La vida es amarga
Pero cuando tú me acompañas
Mil pájaros cantan en el desierto.
ELEGÍA
I
Siempre que el amor ha tocado a mi puerta
Ha sido la tristeza enmascarada quien visita.
II
Hay fragmentos de mí
En todo cuanto amo.
Despojos de la carne.
Fractura de mis huesos.
Pago con dolor la bienaventuranza de mi sonrisa.
III
Y como siempre…
Alguien llora…
Uno, dos, tres…
El infierno está en la mentira.
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