Poesía

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ADMIRADOR SECRETO

Quiero un admirador secreto para las vacaciones de verano.

A saber de los tentados:

Regalos pequeños como lapiceros, vasos de leche o barquitos de papel.

A la luna y media me ha de mandar un poema, de violento amor, es la hora a la que mis fantasmas asoman, no me valen banderas blancas a la luna y media.

De género que sea mujer y de sexo dulce.

Intuitiva, inteligente y presente cuando se la extrañe.

Así, a mi antojo lo quiero,

ojalá

a mi semejanza.

BUSCO PISO COMPARTIDO

Busco piso compartido por la zona que disponga de:

—Un bidé, con aireador orientable.

—Un armario, muy alto, para mi traje de novia.

—Un espejo en el techo

y

un taburete cojo.

Por aportar algo, yo podría:

—Un paquete de pos it.

—Sobres de azucarillos.

—Un mando universal y tres cepillos de dientes, dos rojos y uno azul; eso sí, para mí los tres.

Busco cerca de un libanés y con un bar de nombre feo en la esquina.

¡Ah! también con mesa vieja en la cocina y señor impetuoso, viejo (o no) en la misma cocina y con ascensor. Bueno, de eso puedo prescindir y de fotos de muertos, también, y, ante todo, prescindo de papeles y diluvios.

MUSA EN PARO BUSCA POETA

Musa en paro busca poeta.

Apto para el uso en fuegos, sumergible y aplicable en superficies de mármol.

Revoltoso, canoso, alpinista, nudista, desdichado y tarado.

Que le sepa pillar el punto al arroz, el vuelo a mi falda y el humor a mi corazón.

Poseedor de tambor, bombo, tam tam o cualquier otro instrumento de percusión.

Ante todo, se busca poeta que no le duela mi amor porque de esos ya me han dejado un millón.

Fotografías: Cortesía

Me llamo Rosa, como mi tía y como a la vez la suya. En la Universidad me decían que era nombre de señora mayor y eso hice, hacerme mayor y escribirlo. Escribo en línea, en elipsis, en redes, en alto y de bruces las más de las veces. Ahora también escribo aquí, en Otras Inquisiciones. Hago listas para deshacerlas, compro mantequilla para no comerla y amo a los hombres que saben a melón, como ellos. Soy más, pero eso ya, que lo cuente ella.

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