Poesía

Ana Victoria Padilla Onatra: No es repentina esta luz

En la aurora lo invisible resplandece.

A Bacteria

 

La poesía de la joven cartagenera e Historiadora, Ana Victoria Padilla Onatra nos hace regresar la mirada y la conciencia a la naturaleza. Hacia el vasto universo que la compone, junto con sus melodías que integran la gran orquesta del mundo, porque toda forma de vida terrestre sea animal o vegetal comparte la capacidad de producir y percibir sonidos.

Esta poesía no sólo recurre a la palabra, sino también al sonido de la vida: El que produce la flora y fauna de la tierra.  Si aguzamos el oído, nos sorprenderá todo lo que ella, la madre naturaleza está dispuesta a decirnos.

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Escucha atenta II

Desde un parque en el centro de la ciudad

Bernie Krause se dispone a grabar

la orquesta del mundo

En medio del ruido de los carros

los pasos de los transeúntes

el llanto de los niños

y las voces que se hacen murmullo

hay un dolor hecho melodía

A la sombra de los árboles

canta la muerte

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Padecer con Medea

Sopla el viento

y los cuerpos con sus sogas se estremecen

Están a punto de caer

sobre la humanidad

A sus pies

yace la madre

De rodillas

siembra su dolor y

contempla lo que más ama

En otro tiempo

alguien escucha una voz en el aire

y espera

Espera con sus manos abiertas

bajo la lluvia

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Llueve (composición sonora)

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A Georgia O’keeffe

 Qué haces Georgia

recogiendo el paisaje

juntando las piedras y

mirando el cielo a través de los huesos

¿Descifras el tiempo?

¿Buscas un ave perdida?

¿Una nube que te dé sombra?

O quizás

abres un camino

entre las cavidades de la pelvis y el cielo

para sentirte más cerca

de aquel azul radiante

que acaricias con tus ojos

Qué haces Georgia

llevando el desierto a casa

jugando con los contornos

en el reino de la luz

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Promesa

Llevaré estas palabras

al patio de la infancia

Entre las raíces del roble

acariciaré la tierra con mis manos

hasta hacer una pequeña abertura

donde sembraré el poema

la promesa que ha de crecer

bajo este ángel vegetal

la promesa que entregaré

a la niña que sueña

con las alas dentro de sí

Desplazándose en la corriente

más allá de toda sombra

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Invitación a la luz

En esta ausencia de palabras

escucho

para ser más que este nombre dado

-Animal vegetal/antílope musgo-

A la sombra del neem

descanso con un animal de viento

Aquí te espero

A ti que estás en el linde del bosque

no temas

Aquí te espero

Con el olor de la tierra húmeda

impregnada en mi piel

Con los helechos entre mis manos

Con la carne

abierta

Ven para ser testigos

de la aurora que se pronuncia

 

* Padecer con Medea fue un poema incluido en el proyecto La caída, de la artista colombiana Ruby Rumié.