Un buen día moriremos, pero antes no
Pide ayuda. Pide dinero. Pide cama y comida y las llaves. Pide abrazo, un beso, pide la cucharita. Pide que se queden un rato más. Pide perdón. Pídelo pronto. Pide que ya no pidan más, pide que no te escriba, pide de lejos.
Poesía de lo onírico: tres poemas de Andrés Ospino Villegas
Hay dos tipos de poesía, una que se encarna en la realidad observable y otra que evoca la del ensueño.
El hombre gris
A ti que te fueron dados los libros y la noche, Buenos Aires y Ginebra, Wilde y Hernández, la patria y la ironía, la espada y el bronce, el espejo y la sombra, el norte y el sur, el símbolo y la palabra...
Una mariposa, una niña y los cuarenta ladrones
Me he regalado una pequeña mariposa, bajo mi piel, en tinta negra, lineal y en vuelo. Pensaba que no encajaba, que no demostraba lo suficiente, que no amaba a nadie y que sin embargo quería escribir poemas de amor.
Diana Agámez: Receta para cuando algo se rompe
"Lo que es verdaderamente inmoral es haber desistido de uno mismo". La contundencia de esta afirmación se ajusta a la obra de la poeta.
¿Qué hago en casa?
Hago mucho, como antes del armagedón, pero lo que más disfruto es escribir, y de ésto: desnudarme.
El Mediterráneo de Joan Manuel Serrat
La fama y el éxito fueron entonces una transición apenas natural producto de su encanto tanto personal como melódico. Su nombre se volvió un sinónimo de calidad y calidez.
Heredaréis la lluvia, no más; una antología de Rosa Iñesta
Ella escribía. Él fotografiaba sus gestos y se preguntaba si en la mezcla de sus letras habría agotamiento o temor o dolor o un te recuerdo, haciendo café, o igual sólo fuera una declaración de amor o no, o sí
¡Si os encerrara yo en mis estrofas!: Silva en tres poemas
Nocturno podría ser el título de mayor recordación entre los colombianos cuando citamos a José Asunción Silva; es una elegía, un cuadro dibujado con el puro sentimiento del dolor, hermosura y tristeza entre las líneas del último adiós.
Cartas a un joven poeta: hacer de la vida una obra de arte
Buscar una opinión o un consejo, una palabra ajena, más allá de las nuestras, es un error. Precisamente aquello que nos deben mostrar las obras de arte no yace fuera, sino dentro de nosotros.