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Uber: un agente extraño en la economía global

Reino Unido, Turquía, Alemania, Austria, Colombia y el Estado de California han tenido que enfrentarse a la tarea de acomodar el factor Uber en sus normativas locales y las realidades sociales existentes antes de su aparición.

Uber desistió de mantener operaciones en Turquía, país al que llegó, en 2014. La razón fue la constante persecución por parte del gremio de taxistas. La aplicación obtuvo más de cuarto millones de descargas en ese país hasta el 31 de mayo de 2019, cuando finalmente Uber Technologies Inc. se dio por vencido. 

Austria y Reino Unido recorren el mismo camino. Ambas naciones intentan definir la legalidad de este servicio, también intentan determinar las obligaciones fiscales. Uber considera retirarse de Austria si esta nación decide someter a esta aplicación bajo el régimen del sistema de taxis. «Si eso ocurre, definitivamente no se puede descartar un retiro», dijo el jefe de Uber Austria, Martin Essl, a la radio ORF. «Probablemente no podamos continuar», agregó.

Reino Unido ha dado poca maniobrabilidad a Uber dentro de su territorio. En 2019 le concedió dos meses de operación mientras definía el camino a seguir. Londres podría mantener el impuesto de valor agregado (IVA) en el 20% o en un máximo del 30%. Ambos escenarios disgustan a la empresa americana que quedaría adscrita como proveedora de servicios y no de renta. Todo se traducirá a menos ingresos para Uber.

La firma no se muestra agresiva en tierras europeas (donde se le considera ilegal). Sin embargo, puede ser más amenazante cuando se trata de Colombia y el Estado de California.

En modo tiburón de Wall Street

En el juego de la economía es común encontrar empresas dispuestas a doblegar a rivales comerciales, y otras decididas a presionar hasta obtener sus objetivos. En 2019, Uber cuestionó las razones por las cuales aún es considerado un servicio ilegal en Colombia; apuntó que por más de cuatro años, el país ha desestimado crear el marco legal correspondiente que establezca las reglas de juego; y en el mismo contexto aseguró que dejaba de invertir 40 millones de dolares en Colombia a causa de una supuesta falta de seguridad normativa en el mercado. 

Aquel mensaje fue interpretado como una queja hacía el trabajo de la rama ejecutiva y al legislativo; del mismo modo, fue leído como un mecanismo de presión hacía Colombia, y como un discurso demagogo -casi populista- que prometía generar cientos de empleos a nivel nacional.

La Superintendencia de Industria y Comercio sancionó en dos oportunidades a la empresa tecnológica. La más reciente ocurrió el 18 de diciembre cuando la entidad estatal impuso una multa de 414 millones de pesos. En la primera semana de 2020, Uber volvió a la carga, asegurando que demandará el incumplimiento del tratado de libre comercio, firmado entre Estados Unidos y Colombia; el anuncio ocurrió el 9 de enero y se desconocían las aspiraciones de Uber en una eventual acción judicial, sin embargo, 24 horas después anunció que se retirarán del mercado colombiano. 

Colombia cuenta con dos millones de usuarios en 12 ciudades, según datos de Uber; también ha servido como fuente de ingresos para 8 mil conductores. La compañía sólo mantendría el servicio de transporte de mercancías y alimentos; el servicio de transporte público dejaría de existir en febrero.

California

California y Uber se encuentran a mitad de una disputa entre derechos y deberes. La asambleísta demócrata Lorena González de San Diego promovió la ley que obliga a Uber, y a un numeroso grupo de empresas tecnológicas, a dar un trato diferente a las personas que emplean las aplicaciones como medio de trabajo. A partir del primero de enero, las empresas de ese Estado norteamericano deben pagar un salario, cubrir el servicio médico y el pago por discapacidad y lesiones en el desempeño de esta labor. Bajo la Ley AB 5, los conductores serán tratados como empleados de tiempo completo. 

Uber buscaba exenciones desde el principio. «Lo único claro que sabemos sobre Uber es que harán cualquier cosa para tratar de eximirse de las regulaciones estatales que nos hacen a todos más seguros y a sus empleados conductores autosuficientes», dijo González en un comunicado. «Mientras tanto, los directores ejecutivos de Uber continuarán convirtiéndose en multimillonarios, mientras que muchos de sus conductores se ven obligados a dormir en sus automóviles», agregó.

Todas las medidas afectan a las startups tecnológicas de California, y esta tendencia parece tener aceptación en otros lugares. Nueva York podría emplear medidas similares en los próximos meses. Uber, por su parte, busca adaptarse a estas reglas mientras continúa la apelación en un juzgado. 

Travis Kalanick, de 43 años de edad, se retiró de la compañía. A finales del 2019 vendió todas las acciones de la firma que cofundó hace diez años. Otras noticias dan cuenta de más virajes en Uber, como el despido de 400 personas a nivel mundial de su equipo de marketing. Hasta el 31 de diciembre, Uber tenía 22 mil 263 empleados, 1.951 empleados en el área de ventas y publicidad.

Uber Technologies Inc. es una empresa con la necesidad de mutar a otros sectores. El Consumer Electronics Show (CES) 2020 fue el escenario para anunciar que invierten en la tecnología de automóviles voladores.

El mundo no estaba preparado para Uber o sus directivos no han sabido llevar el ritmo adecuado en un mundo que todavía está en transición hacia los retos y ventajas que plantean las nuevas tecnologías, convirtiéndose en un agente extraño en el organismo de la economía global. Todavía está por saberse. 

Imagen: Archivo.