La champeta, de la cocina al baile (2)
Las palabras “champeta” y “champetúo” ya son orgullo de quienes admiran y cultivan esa música, aunque no han perdido su marca insultante...
La champeta, de la cocina al baile (1)
El término “champetúo” empezó siendo despectivo, se usaba para ofender a los habitantes de los barrios marginales, se creía que a todos les gustaba la música africana, que supuestamente era la causante de las trifulcas y los consiguientes heridos y muertos.
De lunes a lunes, un cuento de Rubén Darío Álvarez
Me gustaría también escribir el guion de una telenovela de amor donde los protagonistas sean una pareja de feos, negros, mestizos o indígenas...
La señora Eveling, un cuento de Rubén Darío Álvarez
Dicen que la señora Eveling estuvo unos diez años viajando por Europa con su esposo y sus dos hijos, hasta que el potentado conoció en París a una joven bailarina nigeriana...
Un ángel funesto: Raúl Gómez Jattin
Su daga filosa siempre estaba puesta en la llaga, ahondando, lastimando, haciéndola supurar sus putrefacciones más secretas, recordándole a los lectores sensibles —como él— que uno no es más que un compuesto de músculos y mierda.
Extinción; once minicuentos de Rubén Darío Álvarez
... lamentó que el toque de queda no le hubiera dado tiempo de confinarse en su residencia antes de la hora cero.
El día que fuimos a conocer a Travolta, un cuento de Rubén Dario Álvarez
Decían esos ilusos que allá se podía ganar mucho dinero, tener carro y desnudarse con cualquier chica.
La noche de Matías, un cuento de Rubén Darío Álvarez
Surgen las primeras notas, las consiguientes frases… y Alina trata de retener las lágrimas del alma empinándose la botella de ron que Milton y Matías pusieron a los pies del escaño. Presiente que la dulzura de la melodía es demasiado para el infortunio.
Jalila me está esperando, un cuento de Rubén Darío Álvarez
Jalila, irradiando la clase de siempre, no lograba ocultar el maltrato de la nostalgia. Pero, sin tapujos, como era su estilo, le hizo saber al pianista lo espinosa que resulta la soledad cuando el enamoramiento envenena la vida.
Un día en la vida, un cuento de Ruben Darío Álvarez
A propósito, ella llegó a esa casa cuando apenas era una pelota de hilos negros y abundantes. Era regordeta y con un camino blanco trazado desde la parte inferior del cuello hasta el inicio de la barriga.