Extinción; once minicuentos de Rubén Darío Álvarez
... lamentó que el toque de queda no le hubiera dado tiempo de confinarse en su residencia antes de la hora cero.
Cuesta una vida descubrir la verdad, un cuento de Ramiro Rodríguez
Elisa se levantó más temprano que todas las veces y puso todo su empeño en preparar un desayuno especial.
La pequeña resistencia, un cuento de Karen Vizcarra
Me había sentido útil en la historia de la humanidad.
El condicional de Elena, un relato de Eduardo Viladés
Te concentrabas tanto en un punto blanco sobre tu cabeza que llegaba un momento que parecía que estabas flotando e incluso costaba enfocar la mirada.
Una de tus tías; tres historias de Karen Vizcarra
El ángulo es la clave para dejar un resorte cítrico que sirve de trofeo. Quizá en las naranjas no sea de gran importancia el filo porque todo recae en la metodología.
Taxi a la plaza San Francisco, un relato de Daria Mengert
Extrañamente, el policía no estaba para nada satisfecho, como si lo estaba yo, con mi meticulosa cooperación.
Juzga a tu madre, un relato de Eduardo Viladés
Mis palabras son claras, idos a la mierda. Llevo toda la vida intentando que mi hijo no sea estigmatizado y que lleve une existencia normal.
El día que fuimos a conocer a Travolta, un cuento de Rubén Dario Álvarez
Decían esos ilusos que allá se podía ganar mucho dinero, tener carro y desnudarse con cualquier chica.
La concupiscencia de una señora de 80 años, un cuento de Eduardo Viladés
En efecto, fui puta, sigo siéndolo, para mí es un piropo. ¿Pasa algo? Si no te gusta, te jodes.
El seductor, un cuento de Amelia Beatriz Bartozzi
Lloraba como un chico. Anduvo toda la noche buscándola en los hospitales, en las comisarías, en su casa. Dos días después seguía sin aparecer.