Los lunares de Solomía Maievska
Hay muchas formas de enamorarse, una es el silencio. Otra son los lunares de Solomía Maievska. Uno recorre ese tipo de mapas, de puntos perfectos, sobre cuerpos hermosos, descifrando su aura.
La utilidad del deseo
“A un alma se la mide por la amplitud de sus deseos, del mismo modo que se juzga de antemano una catedral por la altura de sus torres”, acierta Flaubert. Y cada uno crea su propia catedral de escritores predilectos, hace listas, los interconecta, así hasta el paroxismo, de forma holística.
Hacia el sur, un relato de Fernán Correale
Después de comerse algunos baches y cambiar de dial la radio, la mujer ya había terminado el suéter y saltaba de alegría, parecía joven, aindiada.
La chilena, un relato de Fernán Correale
Es un barcito con el alcohol desfilando detrás de la barra entre algunos espejos, que duplican todos los objetos y los rostros, que se acoplan en el bar y tiene también algunos posters de películas: Scorsese, Coppola, Tarantino, David Linch y algún Dalí falso.
Irene, un relato de Fernán Correale
Cuando vi a Irene, necesité escribirlo en el celular, recuerdo que abrí las notas y puse “buscar libros de arte para Irene”. No la volví a ver, ya no trabajo en la librería. Fueron sólo dos meses. Los dos meses más intensos y más gozados en cuanto a lo laboral.
Viajes y encuentros, un relato de Fernán Correale
Uno viaja para conocer a una mujer o para olvidarla. No recuerda cómo empezó a escribir ni por qué, pero sí recuerda cómo escribía en hojas rayadas cuando era adolescente...
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?
Uno es lo que puede ser y ya está, no hay remedio que solucione ni acelere el proceso de aprendizaje ni lleve al máximo tus potenciales...
Vivir de prestado, un cuento de Fernán Correale
Estamos cegados por el cloroformo de lo cotidiano, embalsamados en una niebla vespertina que sigue así hasta altas horas del alba.
Me hundiré en el duelo de mí mismo, un cuento de Fernán Correale
Pensaba en su esposa muerta, o simplemente se había separado, pero algo había muerto.
La muerte del padre
Somos parte del zoológico, de la lógica del pavimento, del escarmiento, compañeros, hay que levantar los ojos y dejar cegarse por el sol para llegar a parecerse a Borges.