El hombre, un cuento de Carmen Cecilia Morales González
Al instante pensó en el hombre y lo insólito de su presencia en el lugar. Todo era confuso, creía vivir sola.
El viejo de la feria, un relato de Federico Serralta
Uno añora sentimientos, no lugares. Sin ánimo de desviarme, intentaré reconstruir los hechos de la manera más fidedigna que mi memoria (llena de trampas y exageraciones) pueda recrear.
La bomba de calor, un relato de Eduardo Viladés
A las diez y media sonó el timbre. Con ese alias, yo pensaba que venía a lo que venía, aquello que dices "llega a las 22:30, a las 22:35 le desnudo, a las 22:40 nos ponemos al tema y a las 22:45 sigo leyendo tranquilamente".
Caos de muerte, un relato de Claudia Almaraz
No deseé llamar al hogar paterno: temía que el sonido del timbre fuese lo único que prevaleciera en la callada respuesta de mis familiares: preferí la espera...
El viaje, un relato de Ernesto Taborda
Miré al cielo azul y casi que veía las bombas saliendo de los bombarderos británicos caer sobre aquellas hermosas casas apacibles de la nueva ciudad.
Pasional y políglota
De todas las cosas que me dijo Sofía, la más graciosa es que le vio el pene a Javier. ¿Cómo así?, le pregunté. La chica de la bicicleta rio. Dime la verdad, le pedí. La tomé del antebrazo para detener nuestra marcha, así en mitad de la calle. ¿Te follaste a Javier? No, dijo.
El lago, un cuento de Amelia Beatriz Bartozzi
Me parecieron muy extraños, despertaron mi curiosidad. No eran tan jóvenes, rondarían los treinta y pico; los dos descalzos, los dos con la cara demudada, despojados de toda pasión, como muertos.
La magia del Sur de Europa, un cuento de Eduardo Viladés
Se imagina siendo insultada desde los balcones del hotel por bañarse desnuda de madrugada en la playa sin respetar la cuarentena y se le erizan los pezones.
Lectura de mano
Premio al menor número de preguntas respondidas en toda una vida. Deberían dar premios a los muertos, así los podríamos acomodar mejor.
Sonido bestial
No entendía cómo aquel había podido seducirla aquella tarde de enero. El asunto, se planteaba Laura, era que no había sido él quien la sedujo, sino ella a él.